Laporta calla tras ser acusado por Giralt

"No voy a entrar en un juego de descalificaciones"





El presidente del Barcelona, Joan Laporta, ha asegurado que no quiere entrar "en el juego de las descalificaciones", después de que el impulsor del voto de censura, Oriol Giralt, le tachara de "mentiroso" por haberle relacionado con Sandro Rosell. Giralt ha dicho hoy que Laporta "ha hecho de la mentira una bandera", especialmente al relacionarlo con una trama compartida con Rosell y al haber asegurado que la junta gestora, en el caso de que se convocaran elecciones, no tiene capacidad de decisión.

"No voy a entrar en un juego de descalificaciones. Tienen todo mi respeto a las personas que están desarrollando el voto de censura. Quiero que haya una gran participación y también un no al voto de censura", ha asegurado Laporta. Ha reiterado el presidente del Barça el escaso poder de decisión de la junta gestora, que es el órgano que tendría que dirigir la transición y la convocatoria electoral en el caso de que triunfara la moción de censura contra Laporta y su junta directiva.

"No voy a entrar en este tema. Me remito a los Estatutos del club. La junta gestora tiene limitadas sus funciones", ha recordado Laporta, quien explicó que en un caso similar, ocurrido en 2006, se tuvo que cerrar el proceso para, por ejemplo, poder firmar la actualización del contrato con Nike. La junta gestora, en palabras de Laporta, sólo puede llevar a cabo "actos de administración normales del club, no actos de disposición, pero que cada uno lo interprete como quiera". El presidente del Barça quiso hacer un llamamiento a la participación con vistas al próximo domingo.

"Tengo un especial agradecimiento por los apoyos que los socios no están dando. La iniciativa es injusta y desproporcionada, no hay razones objetivas para plantearla y menos ahora con la limitación de mandatos. Amputar este mandato, crearía inestabilidad en el club", ha insistido. Laporta ha explicado que se siente "más ilusionado que nunca en seguir estando al frente del club" y espera que le ratifiquen su confianza para "poder gobernar porque en cinco años, no nos han dejado trabajar con tranquilidad".