El culebrón Lampard (porque no todo es Cristiano Ronaldo en esta vida) va sumando capítulos a su expediente. Si ayer mismo Luis Felipe Scolari, en su presentación como entrenador del Chelsea, anunció que Frankie es intransferible y se filtró a la Prensa la negativa del club a venderle al Inter, el centrocampista está tensando la cuerda para reunirse en el Giuseppe Meazza con Jose Mourinho, su gran valedor, y ha llegado incluso a pelearse con Peter Kenyon, director ejecutivo del cuadro londinense.
En la cafetería de la Ciudad Deportiva de Cobham, Lampard, tras el entrenamiento de ayer, se reunió con Kenyon para mostrarle su disgusto con el club, ya que ni asume la subida salarial pactada antes de que Mourinho llegara al Inter ni le deja marcharse con el técnico portugués. No hay renovación firmada y Lampard podría irse el próximo 30 de junio completamente gratis, pero el Chelsea no está dispuesto a aceptar los 10 millones de euros que ofrece pro el jugador el conjunto interista.
La conversación subió desaforadamente de tono, incluso hubo algunos gritos, y Lampard abandonó Cobham visiblemente enojado. Algunas fuentes señalan que el futbolista se ha cansado ya de esperar y que va a tensar la cuerda al máximo: unos dicen que ni acudirá a los entrenamientos, otros que anunciará en las próximas horas que su deseo es irse al Inter (al estilo de lo que debería hacer Cristiano Ronaldo) y otros pocos, que se acogerá al Reglamento para la Transferencia de Jugadores de la FIFA para abandonar el club por una cantidad que podría tasarse en unos cinco millones de euros.
Mientras, el Inter no parece querer llegar tan lejos y ha elevado su oferta sobre el jugador a los 12 millones. Lo que todos los medios, italianos e ingleses, dan por seguro es que Lampard, en las próximas 48 horas, será jugador del Inter.
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