Villar y la Federación danesa decidieron jugar el partido





La tragedia de Barajas ha golpeado a Madrid y a España entera en la jornada de hoy. Han sido múltiples las muestras de apoyo y condolencia del mundo del deporte, pero aún así, la selección españalo, la roja, el equipo de todos ha participado de una fiesta, que en cualquier caso fue todo menos eso, una fiesta.

Tanto la Federación danesa como la española se reunieron horas antes del partido para discutir la suspensión del encuentro, pero se decidió seguir adelante con el mismo, sin dar cabida a las celebraciones que estaban previstas como un homenaje a Jon Dahl Tomasson. El motivo fue principalmente que se habían vendido todas las entradas de un partido que se había anunciado a bombo y platillo. Una vez más pesó más el interés comercial que el corazón e incluso el sentido común.

El accidente de Barajas ha dejado un balance de más de 140 muertos, una cifra no muy lejana a los atentados del 11M. Por ello, quizá lo más adecuado hubiera sido suspender el encuentro en señal de duelo. Pero la Federación Danesa (DBU) comunicó en su web una hora antes del partido que no se movería ni un ápice la hora del encuentro amistoso contra España, y que se guardaría un minuto de silencio en memoria de los fallecidos en el accidente aéreo de Barajas.

El secretario general de la Federación danesa, Jim Stjerne Hansen, se reunió estar tarde con el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, y que discutieron la situación y un desarrollo "razonable" del partido atendiendo a las circunstancias, pero que en cualquier caso el encuentro se jugaría. Ambos equipos lucieron brazaletes negros en señal de duelo por las víctimas, un detalle solidario, pero quizá, no suficiente.