El Barça tiene que recular en el caso Arshavin





Donde dije "digo", digo Diego. Así funciona el Barcelona. El club catalán había querido dar una imagen de club serio que no iba a dejar ningunearse por las pretensiones desorbitadas que el Zenit de San Petersburgo había planteado para soltar a su estrella Andrei Arshavin, pero la realidad ha sido otra. Un mes después de haberse negado a pasar de los 15 millones de euros por el ruso, el Barça ha tenido que bajarse los pantalones ante la imposibilidad de fichar otro delantero.

La nueva ofensiva del Barcelona llega ahora que el Zenit acaba de romper las negociaciones con el Tottenham, ya que el club inglés no ha hecho firme su oferta antes de la fecha límite que había puesto el club ruso (el 18 de agosto). El club ruso no está dispuesto a negociar la salida de Arshavin por menos de 25 millones, una cantidad que se le escapaba a los Spuers así como parece que pasará con el Barcelona.

Txiki Beguiristain podría hacer llegar una nueva oferta de hasta 20 millones, pero en el club catalán se quiere llevar una política de austeridad en cuanto a los fichajes tras el dineral gastado ya en esta temporada, de aquí que no haya logrado hacerse ni con el ruso ni con Adebayor hasta el momento. Con la nueva oferta azulgrana, ahora la decisión queda en manos del Zenit.