Lo dije tras perder ante el Roma (en los penaltis) y digo lo mismo tras ganar al City: no se pueden sacar conclusiones precipitadas tras un par de partidos jugados. El Real Madrid está en fase de preparación de una temporada que va a ser larga, en la que va a haber imprevistos y en la que los rivales van a querer siempre ir a por todas cuando se midan al equipo blanco, uno de los rivales a batir año tras año en todas las competiciones. Sin embargo, la clave de esta pretemporada, que es el trabajo, está empezando a verse reflejada en el juego del Real Madrid.
Rafa Benítez está consiguiendo que el Real Madrid no parezca el mismo equipo que hace apenas unos meses en lo que se refiere al nivel defensivo. Los jugadores están bien colocados, hay orden, concentración, solidaridad y equilibrio. El Real Madrid de Ancelotti tuvo todo eso en algunas ocasiones, especialmente durante su primera temporada, pero el curso pasado careció de estas virtudes en momentos clave y por eso terminó el año sin ganar ningún título. Benítez sabe que no se puede permitir que la sala de trofeos no tenga nuevo 'inquilino' en mayo-junio de 2016 y sabe que la clave para mejorar está atrás. Poco margen de mejora hay en las tareas ofensivas, más allá de fomentar la movilidad.
Ante el Manchester City las cosas fueron bien, pero hay que mantener los pies en el suelo y seguir trabajando en la misma dirección. El Real Madrid del primer partido no entusiasmó, pero algunos querían hablar de fracaso antes de tiempo. Tampoco podemos decir con rotundidad tras la gran victoria ante los sky blues que este Madrid vaya a triunfar, pero la realidad es que empieza a tener muy buena pinta. Si Benítez consigue hacer del equipo un bloque sólido atrás tendrá mucho ganado, y de momento, en dos partidos, el Madrid sólo ha encajado un gol y de penalti. La mano del entrenador empieza a notarse y ésa es una gran noticia.
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