Ni el frío, ni la nieve, ni las lesiones, ni el rival





No hay excusas. Un tropezón ante el Valencia, el Sevilla o el Barça siempre tendrá tiempo de ser subsanado ya que la Liga se decidirá en abril y mayo. Pero en la Champions, tras las dos derrotas ante la Juventus, los blancos juegan esta noche una final en el Dinamo Stadium ante un rival, en teoría, inferior pero que jugará con dos factores a su favor, el intenso frío y la nieve, que incluso en la década de los 40 del pasado siglo llegaron a desnivelar una Guerra Mundial en contra de la Alemania nazi y a favor de la antigua URSS como integrante del bando de Los Aliados. Pero las hostiles condiciones climatológicas no pueden ser coartada para el Madrid. Como tampoco debe serlo el de las lesiones. Las últimas, las de Higuaín y Sneijder. Ni el rival, el tricampeón de la Liga bielorrusa.

El Madrid, por historia, equipo, nombre y presupuesto tiene que ganar sí o sí al BATE Borisov y bien hacen los jugadores pensando que este partido es el más importante del año como ayer expresaba Salgado en la página web del Real Madrid: “Para nosotros, ahora mismo, el partido ante el BATE es el más importante que tenemos hasta las vacaciones de Navidad. Poder ganar allí es nuestra baza segura porque nos daría buena parte de la clasificación, y tenemos claro que hay que estar en el bombo en el mes de febrero.”

Y es que el sentir de la plantilla es claro. No hay primas ni dinero más valioso que el prestigio y el escudo de la camiseta que llevan. La eliminación de la Copa del Rey dolió y mucho, pero lo que la afición no podría perdonar sería una debacle en la Champions a la primeras de cambio. Europa es sagrada para el hincha blanco. Es el torneo que más prestigio ha dado a esta entidad y por el que fue nombrado mejor club del siglo XX. Por lo que a pesar del frío, de la nieve, de las incontables lesiones y del actual momento del BATE, recién coronado, por tercera vez consecutiva, campeón de Bielorrusia, el Madrid sabe que sólo vale regresar a la capital de España con los tres puntos y la clasificación a octavos en el petate. La ilusión de la ‘Décima’ de más de 13 millones de españoles seguidores del Madrid pasa por la batalla de Minsk. Y estoy seguro que los blancos saldrán vencedores. Hasta el madridista más precoz, el pequeño Alejandro, recién nacido la pasada semana, apuesta por ello. A por ellos.