Queda por saber cuántos puntos sumará. Ha superado los 40. Si gana los tres partidos que le faltan a la primera vuelta llegará a los 50. Una barbaridad, una superioridad incontestable. Al Madrid de Schuster y las mil bajas le fue imposible seguir su estela.
Al Madrid le conviene pues centrarse en la Champions; más difícil que ganar la Liga no lo será para el equipo de Juande. Acaba de aterrizar Lassana Diarra, llegó Huntelaar, Palanca se sumó a la fiesta, también Parejo. No sabemos si le traerán el extremo que pide el técnico manchego, pero le convendría. El Madrid está pues ante un larguísimo sprint final de siete partidos: los de octavos, cuatros, semifinal y final de la Champions.
No debe ganarlos todos, no es obligación. Le tocó un coco, pero tampoco en el Liverpool deben estar frotándose las manos. Será una eliminatoria terrible que el Madrid puede ganar si llega al completo. Sobre todo con Robben. La Champions es el reto blanco. Que gane y acallará toda la parafernalia que con razón se ha montado en torno al Barcelona.
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