Apareció la sensatez





Esta vez sí. Por eso me alegro de que, por fin, en esta nueva Junta Directiva haya aparecido la sensatez. ¿Por qué? Pues porque poner un poco de cordura al caos en el que se había convertido en su día el Real Madrid es una buena noticia. Con el recurso de Lass y Huntelaar, el Real Madrid había caído en una espiral muy peligrosa de cara, no sólo a su imagen como equipo de fútbol, sino también como institución respetada. Por eso la noticia de no acudir al TAS es acertada.

Un error no se soluciona con otro. Cuando uno intenta solucionar errores con otros parches de nombre ídem, acaba convirtiéndose en un burro permanente. Pero lo peor de todo no es eso, sino que se termina en algo que no merece una sociedad deportiva como el Real Madrid: en la irresponsabilidad.

Los aficionados se merecían dar por zanjado ese tremendo ridículo para no convertirse en la mofa futbolística de Europa. Bastante se han reído algunos con la ignorancia de no conocer el famoso artículo 17.18. Qué menos que rectificar cuando se mete la pata, porque, como dice el refrán, “rectificar es de sabios”.

De esta experiencia deben de aprender todos: desde los de arriba hasta los de abajo. Es una lección que nadie debe de olvidar. Todo ello a pesar de que a más de uno se le haya llenado la boca diciendo que si esto ocurriera en su empresa los responsables estarían en la calle. Porque los responsables, al menos de momento, han quedado impunes. No sé si porque a la dirección le tiembla el pulso, o porque no se sabe a quién acusar. lPero insisto en la lección que no se debe de olvidar para futuras ocasiones.


Al final el TAS ha convertido en una epidemia la polémica entre Lass y Huntelaar. Y eso nos ha provocado algo de tos a todos. Y eso que aquí ya dijimos en Navidades que el elegido iba a ser Lass. Pero me alegro porque haya aparecido la sensatez. Más vale tarde que nunca.