60-50. Hay Liga. Hay Madrid.





El Madrid fue a Gijón sin varios titulares, el que más Robben. El Barça había empatado la víspera. Para ellos, con la racha que llevaban, un empate es un pinchazo. ¿Sabría el Madrid aprovechar la situación y recortar por fin puntos al líder? Juande gana y gana. Él y su equipo, desde luego. Y sí, supieron sacar con nota el compromiso en El Molinón, de manera que se sitúan a diez puntos de los azulgrana, un trecho, pero también un fogonazo: el Madrid es fiable como un motor alemán y esta vez alcanzó momentos de excelencia.

Pasó por encima de su rival, supo jugar bien la pelota, ser decisivo arriba y fiable atrás. Otro partido sin que Iker encajara gol. Toneladas de confianza pensando en el Liverpool. Estrenándose Marcelo y Huntelaar, éste por dos veces: un línier necesitado de gafas le anuló un golazo. Fuera de juego estaba él, el línier, no el holandés.

¿Hay Liga? Esa pregunta la verán escrita hoy en los periódicos y formulada una y mil veces en radios y televisiones. Yo no quiero escribir más hoy. La respondo como se debe (creo): con el Madrid de por medio siempre hay Liga. Y Champions. 60-50. Diez puntos. Marcador de un primer tiempo en un partido de baloncesto donde las defensas han defendido poco y los ataques se han aprovechado. Queda lo que queda y un Madrid que ha metido el turbo. Hay Liga. Hay Madrid. Lo de siempre...