Estoy convencida de que si marcamos en el Santiago Bernabéu, la eliminatoria estaría casi sentenciada, a falta del partido en Anfield el próximo 10 de marzo. El hecho de marcar en casa motivaría de tal modo a los jugadores merengues que saldrían a muerte en el partido de vuelta en tierras inglesas, como debe ser, conscientes de que el estadio del Liverpool es un campo complicado.
No se permiten distracciones y Juande lo sabe. Por este motivo y sin tiempo a celebrar la goleada ante el Betis, la plantilla inició las sesiones de trabajo con la mente puesta en el duelo de Champions. No hay tiempo para la Liga, ni para las polémicas; ahora más que nunca el club debe estar unido.
El técnico manchego ha ido limando las carencias del equipo hasta el punto de llevar nueve victorias consecutivas que podrían convertirse en diez si gana al Espanyol en el campo de los periquitos el sábado. Pero para eso todavía queda mucho. Todas las miradas estarán puestas este miércoles en el estadio blanco. El camino hacia la Décima cada vez se ve más claro.
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