Y hubo "chorreo"...





El Real Madrid dijo ayer adiós a Europa en octavos de final por quinto año consecutivo. Pese a que el Liverpool partía como claro favorito, todavía existían unos pocos que confiaban en que los blancos darían la vuelta a la eliminatoria y romperían el maleficio, una servidora entre ellos. Ingenuos todos claro, pues con este equipo de estar por casa no se puede aspirar a alcanzar ningún título esta temporada, ni siquiera el de la Liga, o al menos con el que saltó ayer al mítico estadio de Anfield Road.

El cuadro de Juande Ramos debe cambiar urgentemente el chip si quiere remontar al FC Barcelona en el campeonato casero, algo que a estas alturas, y aunque quisiera no pensarlo, parece una misión imposible. Es verdad que hasta hace dos semanas el plantel madridista había renacido y llevaba a sus espaldas una excelente racha de diez victorias consecutivas, sí, pero no es menos cierto que se consiguió ante equipos pequeños. Ante un grande ya se vio ayer cuál es y cuál sería el resultado. Tras la humillación de anoche muchos dan también por perdida la Liga y es que este Madrid necesita un milagro para conquistarla, bueno más bien, un equipo nuevo.

El conjunto blanco necesita nuevos jugadores (más de media plantilla), nuevos aires, nueva imagen, nuevo presidente, no creo que nuevo entrenador, Juande no tiene la culpa de contar con el actual equipo, aunque por todos es sabido que cuando algo va mal el técnico siempre es el primero en hacer las maletas y más si sólo tiene contrato hasta final de campaña. Las elecciones deberían ser inmediatas para empezar a perfilar ya el Real Madrid de la próxima temporada.