Boluda, cómplice de Calderón





Por quinta temporada consecutiva el Madrid ha sido apeado a las primeras de cambio en octavos de final. Una ‘manita’ del Liverpool que duele hasta reventar y que hace que siga sonando el ruido de sables. En lo deportivo queda agarrarse a esa remontada que depende de lo que haga el Barcelona. En lo social, con una crispación desmesurada de un madridismo indignado por unos regentes que han demostrado que aterrizaron en el club para servirse más que para servir.

¿Y Juande qué? Pienso que es un buen entrenador al que le falta aprobar un par de asignaturas de esa carrera técnica de cuadricular el campo. Ha heredado las criticas que se hicieron hacia Schuster por utilizar un dibujo asimétrico, lo que demuestra que la culpa no está en el banquillo si no en la dirección deportiva.

Juande tiene en contra sólo una cosa, pero de peso incuestionable: haber jugado tres partidos de ‘verdad’ y haberlos perdido. El primero aún lo puede recuperar. Cayó 2-0 en Barcelona, aunque apenas llevaba cinco días en el club. Lo ocurrido ante el Liverpool desnuda sus ideas y a la plantilla que tiene. Le queda un último examen ante los azulgrana. Se juega la Liga y, de paso, su renovación.

La lectura final es que Calderón y Mijatovic ha fracasado de nuevo en Europa. Han cambiado la plantilla de pe a pa, con más de 24 incorporaciones y tres entrenadores, que han valido para reinar dos años en España, queda pendiente el actual, y naufragar en Europa. Pero a mí me preocuparía mucho más en qué situación económica se encuentra la entidad. Porque nadie sabe nada de cuál es su verdadera salud y ahí Boluda está demostrando ser el principal aliado de Ramón Calderón. Un cómplice en toda regla al que no le interesa que se sepa.