EMT





De Pepe hablaré después. De Marcelo ahora. Ya se que es joven y por lo tanto está aún en edad de aprender y mejorar. No sólo en su juego, también en su conducta, al menos mientras defienda el escudo blanco. El martes se comportó como un jugador muy mediocre y muy mal educado. Es más y vuelvo a decirlo otra vez, sigue siendo un jugador que aún no ha comprendido que juega en el Real Madrid. La imagen de sus tatuajes, sin camiseta y sacándole la lengua a un rival, es innegociable. Sí perdonable pero poco defendible. Su comportamiento a lo largo de la segunda parte no fue el que debe tener un futbolista del Real Madrid. Después de su pique con el Cata Díaz en una jugada en el medio campo, su conducta fue absolutamente nefasta. No se puede volver loco alguien que juega en el Real Madrid por una provocación rival. No puede un jugador del Real Madrid pegar una traicionera patada a un rival. Se la dio Marcelo a Uche un segundo antes de lanzar el penalti Casquero. Le pego en el tobillo y cagándose, se escondió. Cobarde acción del 'valiente' Marcelo.

Después, se vino arriba con la victoria, no supo ganar y volvió a pasarse con el rival herido. Este chico no se ha leído la letra del himno del Real Madrid y desde luego tampoco la historia del equipo donde juega. Aunque sí se la han explicado no la ha comprendido. En la conferencia de prensa de ayer, donde pedía disculpas, encima se reía. Estaba pidiendo perdón y ni el estaba convencido de lo que decía. Mejor que se hubiera tapado un poco. Pobre Marcelo, con lo humilde que parecía. Pobre Marcelo, ahora que estaba jugando casi bien, estropea su imagen con actos cobardes y traicioneros. Es lo que hay y es lo que es. No voy a cargar más las tintas sobre este chiquito. Les aseguro que a mi hijo ya le hubiera dado detrás de las orejas. Espero que en la nueva etapa del Real Madrid alguien le sepa educar, están aún a tiempo de hacerle jugador y también mejor persona. Por mucho que juegue en el Real Madrid y por muchos euros que tenga en el bolsillo, a las personas, incluso a las más macarras, hay que respetarlas o de lo contrario te pones a su altura. Desde luego como no cambie, no es el ejemplo ideal de jugador para el Real Madrid.

Lo de Pepe es diferente, grave incluso muy grave, pero diferente. EMT. No hablo de la empresa municipal de transportes, me refiero a su Enajenación Mental Transitoria. No se pueden hacer más barrabasadas en tan pocos segundos. Pepe en unos instantes vio como se le escapa la Liga. Venía el hombre, de un penalti a su favor no pitado. Se encontró con Casquero en su camino, le empujó y entonces… Penalti y expulsión. En ese preciso momento todo se le vino abajo. Su excelente temporada, su ilusión por ganarle la liga al Barça y todo lo que significa para un hombre ahora querido y antes vilipendiado por su precio al llegar.

En resumen se le cruzaron los cables. Patadas, pellizcos, pisotones, puñetazo, empujones e insultos a los árbitros y para colmo entró al campo estando expulsado. ¿Celebrando el qué? Todo en un segundo, como un loco incontrolado. Casi imperdonable. Un sin sentido en un profesional del Real Madrid. La diferencia con Marcelo es que él ni se enteró de lo que había hecho. Marcelo sí lo sabía y estaba crecido. Pepe si pidió perdón con sinceridad. Pepe está y estará arrepentido toda su vida. No por eso ya está perdonado, no. Lo de Pepe es casi imperdonable pero insisto en la diferencia con lo de Marcelo. Pepe debe ser sancionado con rigor y así espero que lo haga ésta tarde el comité. Tienen para colocarle unos cuantos partidos y otros tantos euros. En nuestro fútbol hay sanciones importantes en el pasado y que no voy a comparar porque no lo son. Pero si son justos, incluso con el arrepentimiento inmediato, deben marcar una raya para el futuro que nadie debe sobrepasar.


No estoy en contra de Pepe, al revés, incluso me gustaría ayudarle, pero hay actos que son difícilmente defendibles. No entiendo a Juande Ramos diciendo que las patadas de Pepe fueron al aire. Es como si nosotros hubiéramos dicho que la botella que le dio en el Ruiz de Lopera estaba volando y el puso la cabeza. El 'gran' Juande Ramos el martes todo lo hizo mal, hasta defender como defendió a Pepe. Lo peor de Juande es que él, creo, no estaba dentro de la EMT (Enajenación Mental Transitoria). ¿O sí?