Sin embargo, hay uno que no suelo ver en todas esas listas que se configuran a estas alturas del campeonato, y que a mi sí que me parecería un buen fichaje para este mismo verano: Diego Forlán. Personalmente, me considero de la corriente realista que no se cree los fichajes hasta que no los ve en su presentación, y que pone freno a sus ilusiones de configurar un combinado FIFA con los mejores jugadores del mundo porque sabe que es imposible, pero me sorprende la poca relevancia que tiene en el madridismo uno de los mejores delanteros del mundo.
El uruguayo no es un jugador de los más mediáticos del globo, algo lógico teniendo en cuenta que no juega en uno de los equipos grandes del continente, pero creo que no tiene nada que envidiarle a delanteros más conocidos. Ni siquiera a cualquiera de los delanteros que tiene a día de hoy el Real Madrid, a excepción del Van Nistelrooy de antes de la lesión… ni a Huntelaar, ni a Saviola, ni a Higuaín, ni al Raúl de esta temporada. Y es que Forlán tiene un poco de todos ellos, en lo que resulta una combinación cuasi perfecta para un delantero. Tiene olfato goleador, sabe moverse por el campo (algo que no todos tienen), es habilidoso con el balón en los pies, tiene potencia en el disparo, un buen remate de cabeza, velocidad, dotes de liderazgo y sobre todo, hambre… muchísima hambre.
Como se imaginarán, ni tengo 57 millones de euros para presentarme a las elecciones del Real Madrid, ni soy el representante del uruguayo, pero si yo fuera uno de ellos dos, me esforzaría por contactar con el otro, porque del ‘matrimonio’ entre ambos podría resultar algo más que brillante.
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