Ribery por Robben ¿buen negocio?





Una de los grandes incógnitas está en una de las figuras más dubitativas del equipo, un Arjen Robben que muchos ven como pilar sobre el que crear un nuevo Real Madrid y otros como un jugador demasiado peligroso físicamente como para confiar en él cuando se aspira a ganar todo como se le presupone a una entidad como la blanca. Juande le ha forzado en partidos de primer nivel, de máxima exigencia y donde se le reclamaba para ocupar ese papel que, por caché y crédito, le pertenecería. Sin embargo, salvo a principios de campaña, Robben ha seguido decayendo en su juego, víctima de las lesiones o de su nula capacidad regenerativa. Un lastre para un jugador caro dentro y fuera del césped. Es decir, un jugador prescindible para cualquiera excepto para la afición, que le quiere.

Pero cuando Florentino se siente en el cargo presidencial, sitúe sus ojos en la plantilla y empiece a virar en consecuencia, Arjen será uno de los que primero tendrá la puerta abierta. Si cualquier otro osara a dejar marchar al holandés, único jugador revulsivo y vertical de la plantilla en algunas fases de la campaña (sin contar a Higuaín), la hinchada le haría cambiar de opinión, le haría ver otras opciones o simplemente le criticaría para evitar su marcha. Pero sólo florentino podrá campear el ambiente para tomar una decisión que, por otro lado, ya pensó hace tiempo. De reflejarlo, de meter presión al extremo orange y de allanar el camino a los hinchas se ha encargado en las últimas semanas y claro, lo ha hecho de la mano de Zidane (¡a ver quién le discute a Zizou!). El francés no sólo ha comentado que Cristiano Ronaldo no daría mejores servicios al Madrid que Ribery, sino que, indirectamente, ha dejado claro que su compatriota (capaz de superar a Cristiano), es mejor que Robben y será la nueva cara de la banda izquierda del Bernabéu.

Robben es rápido, vertical, ambicioso y sobre todo, encendía la luz verde en el semáforo atascado del Real Madrid en numerosos partidos, donde su talante y capacidad de desborde, de encarar, de hacer algo diferente al resto, le hizo destacar. Ribery está ya para dar el salto a un campeonato a su medida, tiene hambre, no ha ganado nada y cualidades demuestra sobradamente como para engatusar a la parroquia blanca en apenas un par de movimientos. Además, vendría de la mano de Zidane, su embajador, su guía y el conductor de las ilusiones en el nuevo proyecto ‘florentinesco’. No veo a Cristiano, posiblemente sí a Kaká pero el Bernabéu haría bien en ir olvidando a su último ‘crack’ para ir dando la bienvenida a otro. ‘Scarface’ está de camino.