Como por ejemplo en el caso de la renovación de Higuaín. Una noticia que ha pasado casi de puntillas entre el Mundial y el fichaje de Mourinho, pero creo que es de justicia alabar esta decisión de los dirigentes blancos (nunca mejor dicho). Y es que más allá de que el Pipita pueda ser uno de los más queridos por el madridismo, ahí están los fríos números que avalan esta renovación.
Primero, por la edad y la proyección que tiene: 22 años sólo. Segundo, por las cifras goleadoras que ha conseguido esta temporada: 29 goles y 8 asistencias con el Madrid entre todas las competiciones, lo que le ha convertido en uno de los atacantes más efectivos de todo el continente. Y por último, por el coste que ha supuesto: ha pasado de ganar algo menos de 2 millones de euros a embolsarse unos 3,5 ‘kilos’ hasta 2016. O lo que es lo mismo, se quedará en el Real Madrid cobrando 9 millones netos más en total, lo que le supondrá al club un coste añadido de unos 15 millones y medio de euros en total.
De aquí en adelante, dependiendo del rendimiento de Higuaín, se podrá decir si la operación ha sido rentable o no. Pero el Pipita se merecía ese aumento de sueldo por los méritos contraídos, y lo cierto es que esta operación puede ser una de las mejores de todo el verano. Es más, ¿si al Real Madrid le hubieran ofrecido un delantero de 22 años, internacional titular con Argentina, ya adaptado a la vida y la Liga en España, con 29 goles en su currículum de la última temporada, y por algo más de 15 millones de euros se hubieran planteado ficharlo? Lo habrían hecho con los ojos cerrados. Como Iustitia. Bien hecho por tanto.
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