De hecho, si hay un jugador especialmente motivado de cara al partido de esta noche ese es Iker Casillas. Hará algunos meses que entrevisté en Defensa Central al hermano de Iker, Unai Casillas, y hasta él mismo me reconoció que lo de su hermano con la Copa del Rey es casi una obsesión. Es el único gran título que le queda al portero mostoleño, ya que ha levantado Champions, Liga, Eurocopa o Mundial, entre otros miles de trofeos tanto a nivel individual como colectivo. Por eso, si hay alguien especialmente empecinado en traer la Copa para la capital de España ese no es otro que Iker. Sería un broche de oro a una trayectoria sin parangón en nuestro deporte porque nadie habría ganado tanta disparidad de títulos como él siendo canterano y español.
La empresa, obviamente, no va a ser nada fácil para el Madrid. Lo normal es que Mourinho vuelva a apostar por el trivote con el objetivo de convertir el medio en un campo de minas. Veremos si lo consigue porque el Barcelona ya se sabe ese cartucho gastado por el portugués en el primer envite, aunque desconoce cómo jugaría el Madrid si juega sin una referencia clara arriba, cosa que podría pasar si Mourinho se 'carga' a Benzema para meter en el equipo a Özil, algo que parece cantado. Y eso que el alemán está físicamente roto pero los jugadores con calidad tienen que jugar. Mi lema es claro, menos Gagos, Khediras o Lasses y más Alonsos y Öziles. Hoy Mourinho no está para dar clases de estrategia. Está para ganar. Juegue bien o mal. Hoy, más que nunca, al aficionado del Madrid le da igual el cómo. Sólo le vale ganar. Toda una gran generación está hoy en vuestras manos. Si no queréis hacerles sufrir, ya sabéis: ganad.
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