El sabor de las remontadas europeas

"Las ausencias de Khedira y Pepe podrían favorecer una apuesta por el buen fútbol"





El encuentro de ida en el Santiago Bernabéu ha dejado al madridismo con muy mal sabor de boca, no sólo por la derrota obtenida sino también por la mala imagen presentada ante todo el planeta fútbol. El cuadro de Mourinho fue una sombra del equipo que ganó la Copa del Rey en Mestalla, más allá de la injusticia arbitral que tuvo que sufrir. Pero no sólo eso: la prensa internacional ha presentado al Real Madrid como un equipo marrullero, agresivo en el mal sentido de la palabra. Y eso es algo que este club no debería permitir.

La baja de Khedira le restó fondo en el centro del campo y los blancos no ejercieron la presión que se esperaba, mucho menos asfixiante y continua de lo que se pretendía. No se trata de una cuestión de estilo, sino de la forma de ejecutarlo. El Madrid practicó un fútbol rácano, sí; fútbol rácano y del malo. Porque se puede hacer buen fútbol incluso sin volverse loco al ataque.

Sin embargo, el Barcelona tampoco desplegó un fútbol demasiado brillante. Como siempre, mucha posesión para los azulgrana en las líneas de contención, pero sin profundidad. El juego de los culés se ha convertido en algo demasiado pesado: excesivamente lento, aburrido, salvo cuando aparece Messi. Y por desgracia lo hizo, aunque cuando el Madrid ya estaba con diez y sin opciones de contrarrestar esa velocidad con los apoyos suficientes en defensa.

Baja importantísima la de Pepe para el centro del campo, pero quizá beneficiosa para el Real Madrid. Mourinho no podrá contar en el Camp Nou ni con el portugués ni con Khedira, y estas ausencias podrían favorecer una apuesta del técnico luso por el buen fútbol. Ésa es la oportunidad que tiene el Madrid para demostrar que también sabe hacer bonito este deporte. Los blancos necesitan tres goles en Barcelona y para ello no hay trivote que valga.


Los madridistas tendrán que tratar de tú a tú a los de Guardiola si quieren tener alguna opción. Presionar muy arriba, defensa adelantada, quitar el balón a los culés y jugarlo con criterio, entrar por las bandas… todas esas cosas que Mou olvidó ayer en el Bernabéu. Y que, por desgracia, podrían ser un arma de doble filo.  Pero no hay otra opción, la suerte es un factor con el que también hay que contar.

Creo firmemente que el cuadro merengue tiene opciones de pasar la eliminatoria y volver a pensar en la Décima. Es evidente que no será tarea fácil, pero tan evidente como esto es que si hay un equipo capaz de levantar este marcador ante el Barcelona ése es el Real Madrid. Señores, confiemos en la capacidad de este equipo para dar la vuelta a la eliminatoria. Y si no ocurre así, pensemos en que el año que viene vendrán más oportunidades para continuar haciendo grande el nombre de nuestro Real Madrid.