El primer Madrid de Mourinho se dejó dos puntos en el estreno el pasado curso en Mallorca, otros tantos en el campo del Levante y dos más en el estadio del a la postre descendido Almería, por hablar de partidos ante equipos asequibles. En todos ellos, al Madrid le falló lo mismo: la puntería. Puede resultar paradójico porque los blancos acabaron siendo los máximos goleadores del campeonato, pero en esos tres partidos en concreto al Madrid le perdió su imán con la red o, lo que es lo mismo, dejó de sumar seis puntos vitales en la carrera por la Liga. Por eso, y aunque la lógica diga que hoy el Madrid ganará e, incluso goleará, los jugadores deben tener claro que en La Romareda no van a ganar la Liga pero sí que pueden perderla. Avisados están tras lo del año pasado.
Una vez puesto encima de la mesa el punto de cordura, he de decir que hoy espero un partido con victoria relativamente fácil del Madrid. Si la corriente de viento sopla igual que en el doble enfrentamiento ante el Barcelona no me extrañaría que Cristiano o Benzema se pudieran llevar el balón a casa después de hacer más de una y de dos fechorías con el cuero en forma de gol. Y no es prepotencia, es simplemente hablar con la lógica aplastante de ver cómo llegan ambos equipos. Empezar liderando la tabla seguro que tampoco sería un mal caramelo para los aficionados del conjunto blanco.
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