Para empezar, el Madrid tendrá que enfrentarse al gremio arbitral. Sí, lo han leído bien. Las críticas por el error de Clos Gómez en el Madrid-Getafe han rozado el esperpento. Se ha hablado muchísimo de un error aislado, mientras que en los últimos años ha habido muchísimo silencio cuando los errores han favorecido a otros de manera mucho más habitual. El Madrid jamás ha pedido un trato preferente, no ha pedido que se proteja a sus jugadores. Sólo un trato de igualdad con respecto al resto. Pero parece que no va a poder ser.
En España, da la sensación de que va a ser imposible. La mayor prueba la tuvimos ayer, con la ley de la compensación retardada de Turienzo Álvarez, que expulsó a Khedira ante el Levante de una forma vergonzante. Sin haber hecho ni una sola entrada dura, por una falta inexistente y un teatrillo infantil de Ballesteros. Es lo que tiene pasarse toda la semana presionando a los colegiados. Favorecer al Madrid está muy castigado, si le perjudicas te vas de rositas. Eso lo saben todos los árbitros, y algún amigo que tengo dentro de esos lares conoce muy bien cómo funcionan las cosas.
Del mismo modo, en Europa pudimos ver que no va a haber piedad con el Madrid. El amigo de Ovrebo protagonizó la continuación de lo visto en las últimas temporadas. Brutalidad contra el Real Madrid en Europa que queda sin castigo, mientras que entradas como la de Pepe a Dani Alves son sancionadas por encima de lo debido. Ante la duda, perjudicar al Madrid. Y son muchas las jugadas dudosas que se ven a lo largo de una temporada…
Todo ello ante la pasividad de toda la prensa, que apenas levanta la voz para denunciar lo ocurrido. ¿Acaso sólo nosotros nos damos cuenta de esto? ¿Se merece el Madrid este trato sólo por su historia? ¿Tiene que ganar contra todo y contra todos? Si quiere hacerlo, tendrá que ser así.
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