Aquel 22 de junio del año 2008 España se enfrentaba a los fantasmas de toda una historia plagada de infortunios. Cuartos de final, la ronda más maldita históricamente, y ante Italia, uno de los verdugos habituales. La maldición parecía ir calando en la mente de los españoles cuando el dominio del juego y las ocasiones no se traducían en goles, y cuando se alcanzó la tanda de penaltis parecía imposible que España pudiera eliminar a Italia. Pero apareció un santo al que algunos tratan de olvidar en toda esta historia pese a que ha dado tanto o más como los que hicieron los goles.
Ese día, ante Italia, comenzó un sueño que cuatro años después sigue vivo. Ver a España campeona de Europa y más tarde del mundo fue algo irrepetible. Por eso mismo la posibilidad de repetir éxito debe poner más a la afición española. Nunca se sabe lo que puede pasar en esta Eurocopa. El papel de 'favorito' puede perjudicar más que beneficiar a España, más aún viendo el potencial del resto de los combinados. Alemania y Holanda son dos de las selecciones con mayor potencial, pero mucho ojo también con otras como Francia, que va de tapada y puede dar mucho que hablar. Incluso Italia podría dar la gran sorpresa, los equipos con oficio siempre tienen algo que decir en este tipo de torneos.
Sin embargo, creo que España volverá a llegar lejos. Aún tiene calidad de sobra para hacerlo, con un grupo que repite casi al completo tras la conquista del Mundial de Sudáfrica. Por un momento, olvidemos la procedencia de cada jugador y disfrutemos de una competición que nos devuelve la verdadera esencia de este deporte. No me gustan muchas de las cosas que envuelven en estos días a la Selección, pero el 1 de julio quiero volver a ver a Casillas levantando al cielo la Eurocopa. Si así sucede todo habrá valido la pena.
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