Esta reflexión viene dada porque pienso, y voy a ser muy sincero, que la forma de jugar de la actual España no sería bien vista en Chamartín. Es más, creo que me apostaría cualquier cosa a que la selección de Del Bosque hubiera sido pitada por el Bernabéu en el partido contra Francia del pasado sábado. Es mi sensación después de ver la forma en la que jugó España y de palpar el paladar de la grada blanca. En el Bernabéu ese sobeteo horizontal del balón en el centro del campo aburre. No hay más que escuchar la música de viento al propio Real Madrid cuando, después de ir ganando 4-0 ó 5-1, el equipo enlaza un par de pases hacia atrás o no se arrima al área porque prefiere mantener la posesión. Eso es así de claro. Será más o menos justo, eso no lo discuto, pero creo que estarán de acuerdo que el juego de excesivo control y nula velocidad arriba no le va nada al aficionado del Real Madrid.
Ha habido entrenadores, recuerdo ahora mismo a Manuel Pellegrini, que dijeron que si su equipo jugaba con el estilo del Barcelona serían pitados en el Bernabéu. Por tanto, a España le pasaría lo mismo o más aun, porque en el equipo nacional no hay un jugador con la velocidad de Messi para romper arriba el constante toqueteo horizontal. España se ha metido en semifinales, sí, tiene un estilo propio, también, pero yo pregunto, ¿ese estilo es el que le gusta a la mayoría de los aficionados al fútbol? Eso no lo sé, lo que sí aseguro es que si los partidos de la selección española se jugaran bajo el paladar del Bernabéu habríamos escuchado más pitos que aplausos.
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