Desde que Zinedine Zidane conectara aquella volea para la historia, que llevaba al Madrid hasta su novena copa de Europa, no pasa un día sin que el madridismo no pronuncie la palabra ‘décima'. Una palabra que se ha convertido en una obsesión, un título que ansía la masa social merengue, pero que a la larga está causando graves perjuicios.
Es evidente, que la relajación merengue en la liga no es culpa de los socios o aficionados; jugadores y cuerpo técnico se reparten las culpas a partes iguales, pero esa obsesión casi enfermiza por la Copa de Europa ha calado muy dentro en el vestuario.
Hasta el propio capitán del Real Madrid dijo hace escasos días que "firmo quedar a 25 puntos en la liga si ganamos la champions". Para mí gusto, unas declaraciones muy desafortunadas y que un capitán del Real Madrid jamás puede pronunciar, por mucho que lo piense.
La obligación del equipo es ir a por todos los títulos. Nos estamos acostumbrando lastimosamente, a que el equipo madridista no sea capaz, temporada tras temporada, de luchar por más de un objetivo mayor, ya sea liga o champions,y si uno analiza la plantilla actual, resulta francamente inaceptable.
Un plantel lleno de internacionales, con muchos de los mejores jugadores del mundo en varios de los puestos clave, con una media de edad joven, y que apenas ha conquistado una liga, una copa del Rey y una Supercopa de España en dos años, no puede ‘tirar' una liga por desidia o falta de interés.
Resulta preocupante observar como, algunos madridistas se conforman con ganar la liga de campeones, como si por tirar la liga o la Copa del Rey, se fuera a conquistar de manera más cómoda. Y es que no olvidemos, que para ser campeón de Europa se necesita mucha suerte, además de ser un gran equipo.
Ni siquiera el Real Madrid de la temporada pasada, que arrollaba allá por donde pasaba, y que fue, sin dudarlo, la mejor escuadra europea, consiguió levantar la copa de las ‘orejas', por lo que este año, con menos razón tiene porque conseguirla.
Cuando un equipo entra en una dinámica de apatía y de desinterés, es muy complicado cambiar el chip en 3 días para afrontar un partido crucial europeo. Por ello, más le valdría al equipo madridista ponerse las pilas, comenzar a ganar en liga y llegar lejos en la copa. Sino, la Décima se habrá convertido en una remora imposible de superar.
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