Haciendo un pequeño sondeo el pasado domingo en el Bernabéu, antes del partido frente al Espanyol, la conclusión parece clara: todo el mundo quiere que toque el Schalke. En mi caso, creo que voy a ser un poquito más original, y reconozco que me apetecería ver un enfrentamiento con el Manchester United.
Sinceramente, y aunque el nombre pueda decir todo lo contrario, creo que el Manchester es un equipo que no le va nada mal al juego del Real Madrid. No es la Juventus, que todo el mundo sabe a lo que va a jugar cuando las castañas empiezan a prenderse de verdad, ni tampoco el Bayern, que parece tener comida la moral a los blancos. Si a su estilo de juego le unimos el morbazo que supondría ver a Cristiano Ronaldo jugar ante su ex equipo, a Mourinho medirse con Ferguson, a un ex atlético como De Gea intentando hacerle la pascua al Real Madrid o al que dicen es el verdadero sueño de Florentino Pérez, Wayne Rooney, poniendo a prueba a la mejor pareja de centrales del mundo, la pareja formada por Ramos y Pepe, con el presidente merengue a escasos metros del terreno de juego. Por todo ello, pienso que estaríamos ante una eliminatoria de las grandes, de la verdad.
Y digo esto porque el otro día, echando la vista atrás con unos compañeros, es cierto que el Real Madrid hace mucho tiempo que no fulmina en Europa a doble partido a un verdadero gran equipo en Europa. El año pasado, antes de caer con el Bayern, las piedras en el camino fueron CSKA y Apoel, dos rivales de nivel bajo. Y hace dos, los rivales antes de caer con el Barcelona en semifinales, fueron el Lyon y el Tottenham, dos buenos equipos, pero no pueden ser calificados dentro del mundo Top de los equipos del viejo continente, aunque no hay que olvidar que los franceses habían sido una pesadilla para el Real Madrid años atrás.
Sería de necios negar que al Real Madrid la Liga se le ha puesto más que complicada. Los 13 puntos de desventaja con respecto al líder dejan en manos del Barcelona la posibilidad de que los de Mourinho vuelvan a pelear, de forma seria, por revalidar el campeonato que lograron el pasado año. Por eso, la Liga de Campeones se ha convertido, si cabe, en el mayor y mejor reto para esta temporada. Yo lo tengo claro, si me dan a elegir una eliminatoria de octavos entre Real Madrid y Manchester, firmo. Creo que presenciaríamos dos grandes partidos, con velocidad y goles. El Madrid necesita demostrar (y demostrarse) que es capaz de mandar en Europa, y la mejor forma de hacerlo es ganar a los grandes. Y el United es uno de ellos.
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