La experiencia, nuestra guía en Dortmund

"Por eso, el miércoles hay que ir a Alemania a ganar. Sin pensar en que el empate con goles sería bueno o que el Bernabéu puede resolver en la vuelta"


cuandonohaya

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La cuestión es que el Real Madrid actual es un equipo ya maduro que ha vivido una larga travesía antes de afrontar su tercer asalto consecutivo a las semifinales de la Champions. En 2010 José Mourinho empezó a levantar un equipo joven y ambicioso que poco a poco ha ido planteándose objetivos mayores. Primero llegó la Copa del Rey, luego lo hizo la Liga más brillante de la historia. La progresión ha sido clara, aunque la lástima es que este año el equipo se ha centrado tanto en Europa que desde noviembre ya no sueña con revalidar el título de la regularidad. Un fallo perdonable si, y solo si, el Madrid alza la 'Décima' en Wembley.

Y es que la temporada pende de esta carta más el comodín de la Copa. La final ante el Atlético ilusiona, sí. Pero si el Madrid acaba la temporada con la Copa como único título (más la Supercopa), no cabe duda de que todo habrá sabido a poco. Sería como una pequeña involución para el equipo, pues habría que conformarse con el tercer título por importancia como ya pasó hace dos años. Por eso, todas las miradas están puestas en la 'orejona'. Son 11 años sin levantarla y y el madridismo solo vive por y para ella.

En ese sentido, este año el hecho de estar ya descartados para la Liga es incluso hasta una ventaja. En 2012 el Real Madrid acabó pagando muy caro el estar enfrascado con el Barcelona en una épica pugna por ganar la Liga. Algo que propició que el equipo llegara fundido a su brutal eliminatoria ante el Bayern de Múnich. La diferencia con esta temporada es clara, pues mientras Mourinho se permitió el lujo de rotar a más de medio equipo ante el Betis, hace 12 meses ponía toda la carne en el asador para asaltar el Camp Nou y llevarse el título. En esta ocasión los jugadores llegarán a tope al momento clave y, lo que es más importante, sin distracciones de ningún tipo.

 


Ya tenemos un punto a favor. Pero hay otro. Es la experiencia comentada anteriormente. Son ya dos años cayendo en el mismo punto, 24 meses de espera que han incrementado aún más el hambre de este club. La plantilla actual es muy similar a la que fue eliminada por el Barcelona y el Bayern, por lo que los jugadores saben los errores que cometieron entonces y cómo deben afrontar los choques ante el Borussia. Especialmente tengo en el recuerdo la forma que se escapó la final de Múnich, después de gozar de un 2-0 ante los alemanes a los 20 minutos de partido.

Entonces, con todo en nuestra mano, el Madrid dejó vivo al equipo de Heynckes. Especuló y le dio el balón. Quizás por el cansancio después de dejarse todo para ganar en el Camp Nou. Quizás también por simple precaución, con el objetivo de matar a los bávaros a la contra. La cuestión es que el planteamiento salió mal y el Madrid lo pagó muy caro. Se tentó a la suerte y ésta nos dio a la espalda. Un duro golpe que debe servir como aprendizaje ante el Borussia, pues los de Mourinho deben evitar especular.

El duelo ante ellos llegará en un gran momento físico para todos, especialmente para Cristiano Ronaldo. Este Madrid es mejor que el que hace seis meses se vio superado en la fase de grupos por los de Dortmund. Por eso, el miércoles hay que ir a Alemania a ganar. Sin pensar en que el empate con goles sería bueno o que el Bernabéu puede resolver en la vuelta. Estas semifinales deben empezar a ganarse a domicilio, desde ya mismo. Porque malo sería tener que empezar a hablar de remontadas a partir del jueves. Es la hora de quitarse los miedos y los complejos de encima. De decidir que hay que ir a por la 'Décima' con todo. Sin calculadoras, especulaciones o conformismos. Vayamos a Dortmund a por todas.

 

 

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