Fueron apenas 200 los madridistas que se animaron al Camp Nou, y probablemente los que peor lo pasaron con la derrota por 5-0 al Barcelona. Estos valientes demostraron que la afición blanca está por encima de las victorias y las derrotas, las alegrías y las penas. Porque, gracias también a ellos, el Real Madrid es el club más grande del mundo, y a ellos va nuestro reconocimiento.
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