El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, volvió a sacar su lado más hipócrita al asegurar que la sanción de la UEFA a su club por las bengalas aparecidas en la Supercopa era "injusta". No se le escuchó a Rosell decir nada cuando Busquets insultó a Marcelo o cuando Stark atracó al Real Madrid en el Bernabéu.
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