Super Ruud

El holandés sentenció al Betis en el 91'+. Heinze adelantó al Madrid, Sergio García empató y el Madrid sobrevivió 30 minutos con uno menos, expulsado Marcelo






Fue en el último suspiro, agónico, reponiéndose a media hora con uno menos y a un arbitraje funesto de Teixeira Vitienes. Los blancos arrancaron tres puntos vitales de un campo complicado y dejando a Schuster tranquilo, parece que por fin acaba definitivamente la maldición andaluza. El Madrid demostró que con sudor, compañerismo y sufrimiento los trabajos se sacan adelante. Son un grupo de currantes, del primero al último, y la fe mueve montañas, aunque sólo Diarra lo cumpla a pies juntillas.

En el arranque, se vio que el sistema de rotaciones no le hace saltar por los aires a este Real Madrid. El compromiso de todos los integrantes de la plantilla es máximo y da igual quién sea titular, quién suplente y quién se quede en casa. Cannavaro, Guti, Higuaín y Sneijder serían ausencias que cualquier equipo del mundo acusaría, y mucho, pero no los de Schuster. Los blancos salieron mandones, con un Diarra cuyo poderío físico es, a día de hoy, imprescindible para este equipo. Con De la Red tocando, Robben enchufado y la vieja guardia pretoriana, Raúl y Van Nistelrooy, siendo un continuo incordio para la zaga bética. El Lopera, a medio construir desde el siglo pasado, parecía que estaba asentado sobre un terraplén, Casillas en la portería a la que se llegaba cuesta arriba y Casto, en la de abajo.

HEINZE PEGÓ PRIMERO.

El meta verdiblanco fue, de hecho, el gran héroe en los primeros 45 minutos de partido: salvó tres tantos madridistas, dos a remate de De la Red y uno, de Van der Vaart. Eso sí, nada pudo hacer en el golazo de Heinze, a quien se le dan bien los equipos sevillanos, le debe tener tirria a Los del Río (los cantantes, no el Atlético, que también). Van der Vaart, cada vez más asentado, centró una falta desde la izquierda del ataque blanco y volvió a caer un gol a balón parado: todas las piezas se movieron arrastrando a sus defensores al primer y al segundo palo y el Gringo apareció como un obús justo por el centro para cabecear a placer.

El Betis no apareció por la avenida de La Palmera hasta el último cuarto de hora, pero cuando se decidió a presentarse puso en apuros a Casillas, sobre todo al filo del descanso, cuando todos los santos de Casillas decidieron bajar a saludar al mismo tiempo: un remate de Emana (otro toro) la sacó de milagro con su mano derecha, el balón rebotó en el palo y le golpeó en la cabeza antes de atajarlo. El susto, sí, fue mayúsculo.

Y más nada más saltar al campo tras la reanudación. Teixeira señaló un penalti de Marcelo sobre Damiá, expulsó al brasileño porque le apeteció y Sergio García, pese a que Casillas detuvo el lanzamiento, acabó logrando el empate. Ese gol dejó tocado al Madrid, que tuvo que recomponerse con Diarra como central hasta la entrada de Miguel Torres. José Mari tuvo el segundo bético en sus botas, pero a puerta vacía no acertó a impactar con el balón.

VITAL JAVI GARCÍA.


El Madrid perdió el control del balón, el Betis comenzó a achucharle sabedor de su superioridad y Chaparro sacó a Pavone para buscar las cosquillas a la zaga blanca. Mehmet Aurelio intentó engañar a Teixeira con un piscinazo ante Miguel Torres por el que no vio ni la amarilla. Salió al campo Javi García y el Madrid se recompuso, el centro del campo dejó de ser un agujero y el Madrid volvió a rondar a Casto logrando además que Casillas viviera más tranquilo, de no ser por las botellas que cayeron desde el gol norte de Heliópolis.

Por aquel entonces el partido estaba ya calentito. El público bético apreció que Teixeira estaba atacado de los nervios y reclamó rojas, penaltis, faltas y excomuniones a cualquier jugada que tuviera lugar en el campo del Madrid, lo que sirvió, al menos, para que se "tragara" un penalti sobre Van Nistelrooy de Arzu en un balón cruzado. Sergio García, hiperactivo todo el partido, fue expulsado por derribar a un Drenthe que salió para dar fuerza y velocidad y las piezas sobre el terreno se igualaron.

Pero quedaba la traca final. Van Nistelrooy no había aparecido sobre el césped desde la expulsión de Marcelo, pero en cuanto olió a sangre se marchó a despedazar a su presa. Era el minuto 91, enganchó un balón en la banda derecha, vio que no había nadie por delante, se marchó en velocidad, se plantó ante Casto y le dio matarile al Betis. Es SuperRuud, como siempre. Un crack.

LA FICHA DEL PARTIDO

1 - Betis: Casto; Nélson, Juanito, Arzu, Monzón (Babic 76"); Mehmet Aurelio; Damiá (Pavone 66"), Emana, Capi, Sergio García; y José Mari.

2 - Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Heinze, Marcelo; De la Red (Javi García 69"), Diarra, Van der Vaart (Drenthe 80"); Raúl (Miguel Torres 59"), Van Nistelrooy y Robben.


Goles

0-1 (19"): Falta que bota Van der Vaart desde la izquierda del ataque madridista y Heinze, libre de marca y desde la frontal del área pequeña, cabecea inapelablemente.

1-1 (54"): Penalti de Marcelo a Damiá. Casillas detiene el lanzamiento de Sergio García, pero el mismo jugador aprovecha el rechace para marcar.

1-2 (91" ): Van Nistelrooy, al contraataque, se planta ante Casto y el bate ajustando el lanzamiento al palo derecho del portero bético.

Árbitro: Teixeira Vitienes, cántabro. Expulsó a Marcelo (53") con roja directa en la jugada del penalti y a Sergio García (82") por doble amarilla. Amonestó a Van der Vaart (38"), Marcelo (39"), Sergio García (44"), Casillas (76"), Pavone (80") y Juanito (88")

Estadio: Ruiz de Lopera. Tres cuartos de entrada, unos 48.000 espectadores.