Más datos del embrollo Lorenzo Sanz





La entidad financiera que denunció ayer a Lorenzo Sanz, el acompañante de éste P.G.O., y al ciudadano panameño F.G.M., detectó la supuesta falsedad en documento mercantil tras una primera visita al banco de los detenidos, según ha informado en un comunicado la Policía Nacional de Córdoba.

Estas tres personas, según el comunicado policial, ya realizaron una visita a la entidad bancaria el pasado 18 de septiembre, cuando abrieron dos cuentas figurando en una de ellas como titular una fundación.

Lorenzo Sanz y P.G.O., fueron puestos en libertad ayer con la advertencia de comparecer ante la autoridad judicial cuando sean requeridos, mientras que F.G.M., se encuentra también en libertad acusado de supuesta falsedad de documento mercantil y se le ha retirado el pasaporte, mientras que tiene la obligación de presentarse diariamente en los juzgados cordobeses.

Estas personas procedieron a depositar una orden de pago por importe de 10.000 millones de dólares y a la entrega de una copia de las escrituras de constitución de la citada fundación y de sus estatutos, mientras que la entidad bancaria facilitó a los clientes un certificado de depósito de dicho documento.

Sin embargo, ayer se personaron de nuevo en la entidad financiera, aunque ya se había detectado la falsedad del documento presentado, por lo que el banco requirió la devolución del certificado de depósito que facilitaron a los detenidos.

La Policía ha concretado que este tipo de operación se enmarca dentro de la "delincuencia de cuello blanco" y se denomina "mirabolica" o de "miles de millones", por la que un grupo de personas, tras una cuidada elaboración y un amplio conocimiento del funcionamiento del sistema bancario, intentan estafar a una de esas entidades.

En concreto, tratan de ganarse la confianza del director o responsable de la agencia o sucursal, con el objetivo de obtener anticipos a cuenta de operaciones de activo o pasivo prometidas, de certificados de depósitos o certificados de garantías bancarias para su posterior negociación frente a terceros.

Normalmente, tales operaciones suelen ser sobre inmuebles, minas o grandes empresas de un alto valor, que quedan reflejadas en documentos de garantías bancarias o certificados de depósitos de bancos o entidades crediticias no conocidas, asentadas normalmente en paraísos fiscales.

A F.G.M., que manifestó ser vicepresidente de una empresa con sede en el extranjero, le fue intervenida la orden de pago que en su día entregó a la entidad bancaria y que momentos antes le había sido devuelta, extendida por 10.000 millones de dólares por una entidad financiera.

Igualmente le fueron intervenidas otras siete órdenes de pago de la misma entidad financiera por diferentes valores, cinco por valor de 10.000 millones de dólares y otras dos por 500 millones, así como diferente documentación.

De esta manera, la investigación continua abierta y se está procediendo al análisis de la documentación intervenida.