Pogrebnyak eliminó con sus goles al Villarreal de la UEFA

El delantero titular del Zenit fue máximo goleador de la Copa de la UEFA 07-08






Se llama Pavel Pogrebnyak, en noviembre cumple 25 años y es el último máximo goleador de la Copa de la UEFA, galardón que conquistó la pasada campaña y que impulsó a su equipo, el Zenit, al título europeo. El futbolista, que no pudo disputar la Eurocopa por lesión y dejó así el paso libre para la explosión de Pavlyuchenko, anotó 10 goles en la segunda competición continental, dejando tras de sí un reguero de extraordinarias opiniones que se fueron apagando ante el hecho de no entrar finalmente entre los 23 de Hiddink para la Copa de Europa de Naciones.

Pogrebnyak fue, además, el verdugo del Villarreal en la competición que acabó jugando el Zenit, al marcar el único tanto del partido en el estadio Petrovsky (1-0 para los rusos) y el que le daba la clasificación a su equipo en El Madrigal en dieciseisavos de final (2-1). Fue la primera vez que apareció su nombre en los titulares, aunque luego siguió su tremenda racha goleadora ante Marsella, Bayer Leverkusen y Bayern Múnich. La final se la perdió por acumulación de tarjetas, pero luego pudo resarcirse en la Supercopa, ante el United, partido en el que marcó el primer tanto de un encuentro en el que el Zenit volvió a asombrar a Europa.

"Velikiy Po" ("Po el grande") o "Pasha", como es conocido por su corpulencia (1,88), cobra 100.000 euros anuales (primas aparte) y su llegada al Zenit se produjo en una negociación con el Tom Tomsk, también de la Premier rusa, cuanto menos turbia: algunos indican que su fichaje se produjo por 3 millones de euros y otras fuentes, en cambio, apuntan justo al doble de esa cantidad, 6 millones. Ése término nunca se llegó a aclarar, aunque sí el poco ojo de Nevio Scala, entrenador italiano que, cuando ejercía en el Spartak de Moscú, apenas le dio bola, provocando que el jugador huyera espantado del que había sido su club de toda la vida.

Pogrebnyak tiene esposa desde hace dos años y es un apasionado del tenis. Es frecuente verle seguir con detenimiento los partidos de Maria Sharapova e incluso bromea acerca de ello: "Mi mujer no se enfada porque me guste tanto esta tenista. De hecho, se llama casi igual, Maria Shatalova, y han nacido el mismo año. ¿Cómo se lo va a tomar a mal?", señala siempre entre risas.

Enganchado también al ordenador portátil, donde pasa horas y horas jugando al "Football Manager", está negociando su renovación con el Zenit después de que el Bayern Múnich pusiera sus ojos en él para suceder a Luca Toni.