El inicio de campaña que está realizando el Real Madrid, el mejor de los últimos años, resulta ser inversamente proporcional al de los encuentros que ha disputado. Si bien es cierto que los blancos tienen un abono en la "zona Cesarini", parece que nada más salir del vestuario le cuesta entrar en el partido.
El Madrid ha encajado siete goles entre Liga y Champions desde su debut liguero en el último día de agosto, y cinco de ellos han sido en los primeros minutos de partido y, sobre todo, en la reanudación tras el descanso. En Riazor, cuando Lopo remató solo tras un córner para poner el 2-0 en el marcador, el cronómetro marcaba el minuto 6 de la segunda mitad. En la segunda jornada de Liga, el Numancia marcó tres tantos en el Bernabéu, de los cuales el primero fue en el minuto 7, y el último en el 12 de la segunda parte.
Por su parte, el Sporting marcó el gol de la honra en el minuto 8 de la segunda parte y el Betis salió lanzado tras el descanso consiguiendo el empate en el minuto 7 de la reanudación. Así pues, el 71% de los goles que han encajado los blancos ha llegado nada más salir del vestuario.
SÓLO HA METIDO UN GOL EN LOS PRIMEROS QUINCE MINUTOS
Sin llegar a ser un dato preocupante, sí que parece un síntoma de que al equipo le puede costar carburar en los primeros instantes de cada encuentro o nada más terminar el descanso. Porque además de los goles encajados, al Madrid también le cuesta anotarlos en esa franja del partido. De los 19 tantos que han marcado los de Schuster entre Liga y Champions, sólo uno ha sido anotado en los primeros quince minutos de partido.
Fue Sergio Ramos ante el BATE Borisov en la competición europea, pero en Liga no han anotado ni uno solo más nada más comenzar el encuentro. A pesar de que el Madrid tiene una flor guardada para los instantes finales, los minutos iniciales también pueden resultar determinantes en el desarrollo de un encuentro, y más en una competición como la Champions y con un rival enfrente como el de esta noche, el actual campeón de UEFA y supercampeón de Europa, el poderoso Zenit.
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