Pongan el champán a enfriar

El Madrid finiquita la Liga ganando en Santader con goles de Raúl e Higuaín y los extraordinarios Sneijder y Heinze. Los blancos pueden ser campeones el próximo domingo.





La Liga está finiquitada. El Madrid, por si quedaban dudas, se ha encargado de dar un puñetazo en la mesa y disipar cualquier atisbo de duda. El Racing, un dignísimo rival que merece la Champions, no lo puso fácil, pero el 0-2 con el que los blancos se marcharon de El Sardinero es el carpetazo definitivo al campeonato. La alegría madridista tras el partido, semejante a la de Zaragoza la pasada temporada, no deja lugar a la duda.

El Madrid arrancó bajo el guión previsto, Robben y Robinho abiertos por las bandas con Sneijder enganchando, Raúl en punta y las espaldas cubiertas con Diarra y Gago. La presencia del africano en el centro del campo fue el maná que el equipo esperaba: el Racing era incapaz de sobrepasar el centro del campo. Así que los blancos dieron en los primeros minutos de partido una sensación de empaque tremenda, aunque los cántabros llegaron en un par de córners sin peligro.

El Madrid, en cambio, marcó en su primera llegada clara. Un balón puesto a la frontal del área por Robinho fue desviado lo suficiente por Raúl como para batir a Toño. Fue un toque tan sutil que al siete ni siquiera se le despeinaron los pelos de la tibia. El tanto envalentonó aún más al Madrid, que por medio de un espectacular Sneijder manejaba el tempo del juego a su antojo. Raúl vio cómo le anulaban un tanto por fuera de juego, pero fue de las pocas veces en que el Madrid asustó a Toño con cierta claridad. Eso sí, la sensación de dominio era apabullante.



Asedio aéreo.

Sin embargo, la pizarra de Marcelino entró en acción a partir del minuto 35". Sneijder comenzó a estar más tapado en el centro del campo y el Madrid, incomprensiblemente, se echó para atrás. Llegó entonces un tramo, hasta el descanso, de asedio aéreo constante sobre Casillas. La zaga del Madrid tiene un serio problema: Sergio Ramos y Pepe son dos cabeceadores espectaculares... en ataque, pero en defensa pierden la referencia del balón con demasiada frecuencia y eso condiciona cada falta lateral, cada córner... Tchité y César Navas dispusieron de dos claras ocasiones, pero no encontraron puerta.

El descanso le sentó faltal a los racinguistas y el Madrid tomó resuello. La posesión volvió del lado madridista y los de Marcelino sólo actuaban a impulsos. Un sobresaliente Heinze, sin discusión el mejor defensa del mundo haciendo tackling, no dejó operar a ninguno de los delanteros del equipo cántabro. El Gringo estuvo sencillamente espectacular y se merece desde ya otro contrato vitalicio: ¡menudo defensa!

El Racing apretó y apretó, pero ayer los de Marcelino anduvieron de Feria: ni un tiro de la escopeta acertó con la portería de Casillas. Sin embargo, los blancos apenas llegaban, pero se veía venir el segundo. Primero, con un uno contra uno de Robben ante Toño que el holandés mandó fuera. Luego, con otro gol anulado, a Higuaín, por una presunta falta previa de Raúl al meta del Racing que sólo vio la gomina de Muñiz. Aún así, el empate parecía cercano, pero a dos segundos del final del tiempo añadido, Higuaín aprovechó una triangulación entre Baptista y Balboa (¡milagro, jugaron ambos!) para ponerle la puntilla a la Liga. El próximo domingo, ante el Athletic, es la primera posibilidad real de alirón. La trigésimo primera ya está enfriando en la nevera, como nuestro champán. Sólo falta descorcharlos.


Ficha técnica

0 - Racing: Toño; Pinillos, Moratón, César Navas, Ayoze; Colsa (Orteman 82"), Duscher, Jorge López, Óscar Serrano (Smolarek 56"); Munitis (P. Álvarez 66") y Tchité.

2 - Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Cannavaro, Pepe, Heinze; Diarra, Gago; Robben (Balboa 84"), Sneijder (Baptista 90"), Robinho; y Raúl.


Goles

0-1 (13"): Robinho cruza un balón desde la izquierda a la frontal del área chica y Raúl, que apenas roza el esférico, bate a Toño.

0-2 (93" ): Jugada entre Baptista y Balboa, que el hispanoguineano culmina con un pase a Higuaín. El argentino fusila a Toño y sube el segundo al marcador.

Árbitro: Muñiz Fernández, asturiano. Amonestó a Óscar Serrano (17"), Moratón (33"), Pinillos (51"), Cannavaro (81")

Incidencias: El Sardinero, lleno: 22.400 espectadores.