Sergio Ramos se olvida de las amonestaciones

Sólo ha visto una tarjeta amarilla en lo que llevamos de temporada mientras que el año pasado, en el mismo periodo, vio tres





La experiencia que le da el iniciar su cuarta temporada en las filas del Real Madrid ha propiciado que veamos a un Sergio Ramos mucho más maduro en el terreno de juego. Ello repercute en el número de tarjetas recibidas por un Ramos que, para lo que solía ser habitual en las temporadas precedentes, ha descendido de manera drástica.



De los nueve partidos oficiales que ha disputado el Real Madrid hasta la fecha, Sergio Ramos se ha perdido dos (ante el Numancia en Liga por lesión y ante el Sporting de Gijón motivado por la política de rotaciones de Bernd Schuster), y ha disputado los siete restantes. En esos siete encuentros que ha jugado el lateral de Camas, tan sólo ha recibido una tarjeta amarilla, en el primer partido de Liga, ante el Deportivo en Riazor, es decir una media de 0.11 tarjetas por partido, una cantidad ínfima si la comparamos con las estadísticas de Ramos en sus tres primeras temporadas en el Real Madrid.

Otras temporadas de Ramos en el Real Madrid

Sin ir más lejos, la campaña pasada, en los nueve primeros partidos de la temporada 2007-08, Sergio Ramos vio un total de 3 tarjetas amarillas, es decir, 0.33 tarjetas de media por partido. Incluso, si tomamos los datos de la temporada completa, el andaluz vio 17 cartulinas amarillas y 3 rojas, o lo que es lo mismo, una media de 0.46 tarjetas por partido, lo que equivale prácticamente a una tarjeta cada dos partidos.

La temporada 2006-07 fue la más "tarjetera" para Sergio Ramos. El lateral internacional disputó 42 partidos oficiales con el Real Madrid en los que vio 19 tarjetas amarillas y una roja. La media de cartulinas en dicha temporada para Ramos fue de 0.47 por partido. En su primera temporada como madridista, la 2005-06, el andaluz disputó 46 partidos con la camiseta madridista. En el casi medio centenar de partidos que jugó vio 15 tarjetas amarillas y 4 rojas, es decir, una media de 0.41 tarjetas por choque disputado.