Nacho Fernández partió como cuarto central del Real Madrid, por detrás de tres titanes como Ramos, Pepe y Varane, como tercer lateral izquierdo y como opción de urgencia en el carril derecho. Sin embargo, y a pesar del panorama que tenía por delante, el defensa ha logrado, con tesón, aprovechar sus oportunidades a lo largo de la temporada.
Si bien es verdad que en líneas generales sus actuaciones correspondían a rivales de menor calado, la producción de Nacho siempre fue en positivo, tanto en labores defensivas como ofensivas, sabiendo moldearse al puesto que le tocaba trabajar en cada ocasión.
Suyo fue el protagonismo del primer gol ante el Basilea en Champions, a pesar de que ofidiamente se dio en propia puerta, cuando Ancelotti lo puso de lateral derecho en aquel encuentro. Algo que deja claro el compromiso del esfuerza que tiene Nacho con su escudo.
En líneas generales, el futbolista salido de Vadebebas cumplió siempre que lo pidieron y la ausencia de lesiones en su físico le permitió estar siempre disponible a las órdenes el entrenador. Aunque no protagonizó duelos a vida o muerte, Nacho cerró el curso con 14 participaciones en Liga, 6 en Champions y 2 en Copa del Rey, dejando un gol y una asistencia en sus números individuales.
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