Después de cuajar una primera temporada más que aceptable, ‘Illarra’ afrontaba su segundo curso de blanco con esperanzas de consagrase definitivamente en el equipo madridista. Pero, la política de rotaciones de Ancelotti, o mejor dicho, la política de ‘no rotaciones’ del italiano le han impedido adquirir confianza y convertirse en un mediocentro válido para el Real Madrid.
Además, el vasco casi siempre ha tenido que jugar en una posición que no es la suya. Ancelotti siempre le ha considerado un interior pero lo cierto es que a Illarramendi siempre le ha gustado iniciar la jugada, actuar como pivote por delante de los dos centrales.
La llegada de Benítez ha abierto una nueva ventana a la esperanza para el ex de la Real Sociedad. Al nuevo entrenador merengue le gustan las prestaciones del vasco. Además, con Benítez sería muy complicado ver el mismo ‘11’ partido tras partido. ‘Illarra’ quiere quedarse en el Madrid para demostrar su verdadero valor.
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