Realmente sólo hay una cosa clara: si pasa por el quirófano los plazos de su recuperación se alargarán mucho tiempo. Tanto como para tenerle casi toda la próxima temporada en el dique seco, ya que podría estar hasta 10 meses de baja. Por eso el guardameta ya tiene en mente optar por la opción menos agresiva, la de limitarse a descansar y a guardar reposo absoluto durante un mínimo de 3 ó 4 semanas. Según anunció anoche la Cadena Cope el costarricense quiere esperar y tener calma para ver cómo va evolucionando su pie, de forma que a principios de julio tanto él como el Real Madrid decidan cómo proceder con su lesión.
Así, hoy por hoy se plantean dos situaciones para este verano. La positiva implicaría que Keylor mejorara de estas molestias y comprobara cómo su lesión remite gracias al programa de recuperación que le va a preparar el Real Madrid. Y la negativa vendría provocada por una escasa mejoría en su talón, de forma que tendría que ser operado y se perdería casi con total seguridad la temporada. En el mejor de los casos podría estar para iniciar la pretemporada con el equipo blanco el próximo 10 de julio, aunque en el club no quieren forzarle en ninguno de los casos. Su situación en estos momentos es muy delicada y tanto los galenos merengues como el jugador quieren ir poco a poco para descartar cuanto antes la opción de la operación. De ello depende gran parte de la planificación del Madrid en lo que respecta a la portería...
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