Lógicamente no era la primera vez que el club blanco despedía oficialmente a uno de sus mitos. Recientemente Raúl o Guti pasaron por esta misma situación. Y en ambas ocasiones a su lado estaba un representante del Real Madrid, Jorge Valdano. El argentino por entonces era Director Deportivo del club, por lo que les acompañó y les dio un abrazo al finalizar la rueda de prensa. Sin embargo, este domingo Iker Casillas entró solo en la sala de prensa, solo leyó - como pudo - su comunicado y solo se marchó. Normalmente es Emilio Butragueño - el Director de Relaciones Institucionales - el encargado de cumplir con esta función, pero por una razón o por otra esta vez no ha estado presente.
Resulta evidente por tanto que esta salida de Casillas ha marcado distancias entre el portero y la directiva del Real Madrid. Durante tres largos días se han producido diversas reuniones en las que el acuerdo con el Oporto y el futbolista ha estado cerca de romperse en varias ocasiones. La tensión ha sido patente por razones económicas, por lo que el portero ha puesto punto y final a su trayectoria en el club en solitario. Su rueda de prensa ha dejado claro que su relación con los responsables merengues ha sido puramente profesional, pero sin existir ningún tipo de sintonía. Aunque quizá sólo sea una cuestión de dejar pasar el tiempo para cicatrizar las heridas, porque como el propio jugador ha destacado, su deseo es que esta despedida no sea un punto y final, sino un hasta luego.
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