Van Gaal llegó al Manchester United en el verano de 2014, justo después de dirigir a Holanda en el Mundial de Brasil. Pero sin llegar a hablar con De Gea, el entrenador exigió al club el fichaje de Keylor Navas y relegar al portero español a un segundo plano o, incluso, que saliese de la plantilla mediante un traspaso, algo que indignó al guardameta.
Sin embargo, el Real Madrid se adelantó y fichó a Keylor Navas tras su espectacular Mundial y Van Gaal tuvo que quedarse con De Gea porque no hubo opción de contratar a otro portero que le gustase. Pero el daño ya estaba hecho, sobre todo porque el holandés nunca tuvo un gesto de complicidad con el portero español, que decidió que no renovaría su contrato.
Lo peor es que una vez que comenzaron a surgir los rumores sobre el interés del Real Madrid por De Gea la postura de Van Gaal cambió. El entrenador comenzó a hablar en público maravillas del portero, aunque en privado no lo hacía, y exigió al Manchester United una renovación multimillonaria para el futbolista, algo que el español rechazó porque ya tenía claro que su futuro pasa por alejarse del técnico.
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