El Real Madrid de Benítez presenta sus credenciales devorando al City

Durante la última semana seguramente más de un futbolista del Real Madrid ha apretado los dientes después de leer y escuchar todo lo que se han comentado en España sobre el partido del equipo ante la Roma. Poco importó que fuera el primer choque de pretemporada con el nuevo entrenador, porque no faltaron las críticas que buscaron hacer sangre de forma injustificada. Y para todas ellas ha ido el partido de este viernes ante el City, pues los merengues han ofrecido un juego totalmente diferente al de hace solo seis días, demostrando que el trabajo de Rafa Benítez poco a poco empieza a dar sus frutos y a largo plazo puede acabar dándole muchas alegrías al madridismo.

Tras las pruebas del día inicial esta vez el madrileño no se andó con chiquitas y planteó un once inicial que sin problemas podría ser el de gala - a falta de James - durante la temporada. Con Navas en la portería, Pepe haciendo pareja de centrales con Ramos y la 'BBC' en punta, el Real Madrid mostró durante la primera parte las que promete que van a ser sus virtudes durante la temporada. Juego fluido de toque, presión asfixiante, fútbol directo cuando la situación lo demandaba, uso de las bandas y una defensa siempre bien colocada fueron los puntos que los hombres de Benítez explotaron para desarbolar al City. Los ingleses sólo aguantaron el reto durante poco más de 20 minutos, el tiempo que tardó Benzema en perforar la meta de Hart con una espléndida volea tras un preciso centro desde la derecha de Bale.

Sin embargo, el gol clave no fue este, sino el que llegó dos minutos después. Un buen pase largo para Cristiano fue aprovechado por el portugués para probar suerte con un disparo potente que acabó doblando las manos de Hart. El balón traspasó por poco la línea de gol, pero lo suficiente como para que no hubiera ningún tipo de dudas y el 2-0 campeara en el marcador en un abrir y cerrar de ojos. En ese momento quizá era excesivo premio para los méritos hechos por unos y otros, pero el resultado impulsó al Madrid hacia los mejores minutos de la pretemporada. Con Modric, Kroos e Isco como maestros de ceremonias y la 'BBC' volviendo loca a la zaga del City gracias a su constante movilidad, el equipo español levantó la admiración del público gracias a su juego intenso, de precisión y orden.

Así, al Madrid no le faltaron oportunidades para ampliar el marcador, aunque no sería hasta el filo del descanso cuando Pepe cabeceaba a la red un córner lanzado desde la derecha. Para entonces el Madrid ya era el amo y señor del encuentro y sólo un estúpido e injusto penalti de Ramos - tocó con la mano el balón, pero fuera del área - sirvió para que Touré maquillara la contienda con el descuento de la primera parte ya cumplida. Era el 3-1 con el que se llegaba al descanso, un resultado tranquilizador que permitía que Benítez siguiera haciendo pruebas en la segunda mitad sin ver peligrar el resultado.

Segunda parte para hacer pruebas

Y así lo hizo el entrenador, por lo que en los segundos 45 minutos el partido bajó algo el ritmo. El Real Madrid mantuvo la intensidad necesaria para dominar el balón en el terreno de juego del City, aunque sin el desborde y la frescura de la primera parte. Bajo este panorama los ingleses prácticamente no inquietaron la portería madridista, mientras que los blancos supieron aprovechar una de sus escasas oportunidades para anotar el cuarto y definitivo gol de su cuenta. Su autor fue Denis, quien remachó en el segundo palo una espléndida jugada por la banda derecha de Isco. El malagueño mareó a la zaga rival hasta encontrar al hispano-ruso y cederle el balón para que lo empujara a la red.

En consecuencia, los últimos minutos fueron jugados a placer por el Real Madrid, que se limitó a mantener el 4-1 que le hacía campeón de este triangular que se ha disputado en Australia. Aunque la lectura más importante es que este equipo sigue mejorando a pasos agigantados y cada vez se parece más a lo que quiere Rafa Benítez: un equipo sólido, intenso y con la capacidad de hacer un fútbol brillante en ataque. Más que suficiente por ahora para callar todas esas bocas que se atrevieron a criticar a esta plantilla tras su flojo debut de pretemporada.