Si apostase por el malagueño, el Real Madrid mantendría el 4-2-3-1 habitual de toda la pretemporada; Isco Alarcón actuaría como interior izquierdo, Gareth Bale sería el mediapunta del equipo, James Rodríguez partiría un tanto escorado a la banda derecha y Cristiano Ronaldo sería el delantero centro del Real Madrid. Por supuesto, Luka Modric y Toni Kroos formarían el doble pivote en la medular.
La presencia de Isco haría recordar al madridismo aquellos dos meses de maravilloso fútbol desplegado entre octubre y diciembre de 2014. Sin Bale, y con cuatro centrocampistas, el Madrid de Ancelotti bordó el fútbol e incluso se le llegó a comparar con el mejor Madrid de la historia. Benítez ya ha dicho que su gran objetivo, al margen de ganar, es atacar, tener posesión de balón y ser un equipo dominador.
Pero la plantilla merengue ofrece muchas alternativas, y Benítez también medita dar entrada a Jesé Rodríguez. De esta manera, Isco estaría en el banquillo, Jesé sería el delantero centro y Cristiano Ronaldo caería a su posición habitual en la banda izquierda. Elija el ‘11’ que elija, el Madrid saltará con un auténtico ‘equipazo’ al césped del Molinón.
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