Más de tres lustros vistiendo la camiseta merengue dan para mucho. Adán vive con mucha alegría su regresó a la que fue su casa durante tanto tiempo. Muchas caras conocidas a las que, seguro, tendrá ganas de volver a ver. "Siento alegría por encontrarme con excompañeros y mucha gente que trabaja en ese club con la que conviví 16 años", comenta.
El guardameta guarda muy buen recuerdo del entrenador que le dio la oportunidad de formar parte de la primera plantilla, José Mourinho. "Mourinho me vio trabajar cuando llegó y me preguntó que por qué no me cedían. Yo le dije que no sabía nada. Entonces me comunicó que pasaba a la primera plantilla y que me iba a turnar con Dudek en las convocatorias. Ese invierno de 2012 me puso de titular y no creo que me utilizara. Jugué de titular con los mejores y las cosas no salieron como queríamos Mourinho y yo. Ya está. Estuve en medio de una situación complicada, de enorme revuelo mediático y aprendí muchísimo. Estuve tres años de suplente del mejor portero del mundo y me dieron la opción de ser titular en el Madrid. Crecí mucho", declaró en una entrevista con el diario El País.
Del entrenador portugués destaca su obsesión por ganar. No le vale otro resultado. "Es impresionante su gen ganador. En el Madrid veníamos de varios años de no levantar nada y con él le ganamos la Copa al Barcelona, una Liga y una Supercopa de España. Desde el minuto uno Mourinho impregnó al vestuario de su espíritu ganador", afirma.
El estar agradecido con el técnico luso no le impide asegurar que con Iker Casillas también aprendió mucho. Todo un referente para Adán. "Aprendí todo. El trabajo diario, el sacrificio, sus dotes de capitán, cómo era respetado en el vestuario. Era un ejemplo para los canteranos. Empezó con nueve años en el Madrid y fue el mejor portero del mundo durante varios años consecutivos", confiesa.
Al cancerbero no le terminó de gustar la despedida que tuvo Iker del Real Madrid. Considera que un jugador con su trayectoria se merecía algo más. "Viendo cómo se han despedido jugadores de su nivel, casos de Oliver Khan o Del Piero, echo en falta que a Iker se le despidiera con un estadio aclamando su nombre. Todos los aficionados del fútbol echamos de menos una despedida más acorde al nivel de su figura", dice.
A pesar de que se habló mucho en la prensa de que el vestuario del Real Madrid de Mourinho estaba desunido, Adán lo niega. Asegura que el equipo en lo único que pensaba era en ganar, aunque confiesa que si hubo alguna tensión y discusión. "Surgieron polémicas, pero le aseguro que aquel vestuario estaba muy unido. Iker era el capitán y en un grupo surgen tensiones y discusiones. Es cierto que Mourinho en alguna ocasión levantó la voz, como corresponde a veces a un jefe, pero ese vestuario lo único que pensaba era en ganar y en detener a un gran Barcelona, el de Guardiola. Al que, por cierto, le ganamos una Liga", argumenta.
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