Era un partido que, en teoría, tenía que se cómodo para el conjunto de Niko Kovac. Los croatas son muy superiores a Azerbaiyán, pero, hoy en día, en el fútbol, cualquier equipo te puede poner en problemas y eso es lo que le ha ocurrido al equipo balcánico.
Solo uno de los dos madridistas salió desde el inicio, Luka Modric, que lució el brazalete de capitán. A pesar de que Croacia tuvo el control del partido en todo momento, y así lo demuestra el porcentaje de posesión al final del partido, 38-62 a favor de los croatas, no pudieron romper el empate. Por su parte, Kovacic entró en el minuto 60. Kovac quiso darle otro aire a su equipo y con la entrada del madridista buscó más profundidad para intentar derribar el muro de Azerbaiyán, pero fue imposible.
A pesar de que los rojiblancos, hoy de azul, contaron que alguna buena ocasión, el marcador no se movió. Ahora, la clasficación para la Eurocopa se le complica un poco a los Modric y compañía, que tendrán que ganarle a Noruega en la siguiente jornada si no quieren meterse en problemas.
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