Uno de los planteamientos del equipo rojiblanco cuando se enfrenta al Real Madrid está muy claro: realizar un partido competido y duro en el plano físico para provocar que los jugadores merengues no puedan desarrollar su fútbol con normalidad. Por eso en los últimos años los derbis han sido encuentros poco vistosos en lo futbolístico, aunque altamente emocionantes y competidos. En no pocas ocasiones los futbolistas del equipo blanco se han quejado por la dureza con la que se empleaban sus rivales, ya que sin ir más lejos en el último derbi - el de vuelta de los cuartos de final de la pasada Champions - el turco Arda Turan acabó expulsado tras ver una doble amarilla.
De hecho el Real Madrid cuenta con datos que demuestran esta tendencia, pues en los 17 derbis que han disputado ante el Atlético del 'Cholo' los colchoneros han cometido 51 faltas más que su rival. En total, una media de tres infracciones más por partido que el equipo madridista que dejan claro cuál de los dos equipos hace menos por intentar jugar en los derbis madrileños. Aunque al menos el plantel merengue ya tiene más que asumida esta situación, por lo que el domingo saltará al Vicente Calderón consciente del tipo de juego que tendrá que hacer para intentar evitar que las continuas faltas de su rival le saquen del partido.
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