El Real Madrid, a estas alturas del año pasado, tenía los mismos puntos que esta temporada. Después de siete jornadas, el equipo de Rafa Benítez continúa invicto en Liga, habiendo ganado cuatro partidos y empatado tres. Sin embargo, la temporada pasada el equipo a estas alturas había perdido ya dos encuentros, ante Real Sociedad dejando escapar un 0-2 en Anoeta y ante el Atlético en el Bernabéu. Parece ser que algunos entendidos, que ya cuestionan el hecho de que el Madrid haya empatado más partidos hasta la fecha que en toda la temporada anterior, consideran mejor perder dos partidos que empatar tres... en cuanto a puntuación es lo mismo, pero no en cuanto a sensaciones.
Muchos medios de comunicación están intentando vender la moto de que el Real Madrid de Benítez es un equipo defensivo y que no está dando la talla, pero lo cierto es que con un entrenador nuevo y teniendo en cuenta las circunstancias que ha habido en los partidos empatados, el balance se puede considerar bastante positivo. En el derbi, el planteamiento fue el idóneo para ganar un partido difícil y fuera de casa. Tácticamente, Rafa le ganó la batalla a Simeone y al equipo lo que le faltó fue acierto para resolver a la contra, hecho que provocó terminar tan atrás. Si el Madrid hubiera tenido ese acierto, podríamos estar hablando de un 0-2 o 0-3 y de un Madrid ilusionante. Y ésa es la idea que tiene Rafa para el futuro, una idea que no va a cambiar por la mala experiencia del Calderón.
La cuestión, en cualquiera de los casos, es que el Real Madrid este año está empatando los partidos que el año pasado perdía, ni más ni menos. Los empates también valen puntos y si el año pasado con Ancelotti se hubieran empatado los seis partidos que se perdieron, el equipo habría sido campeón de Liga. Y lo mismo habría pasado hace dos temporadas, empatando los partidos perdidos en Liga el Madrid habría logrado el triplete. Empatar no es perder, pese a la exigencia por ganar que hay en el Real Madrid, y esos puntos al final de la temporada pueden valer un título igual que pueden valerlo los dos puntos que se quedaron en el alero. La cuestión es ver el vaso medio lleno o medio vacío, y a la prensa antimadridista siempre le interesa verlo medio vacío...
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