El jugador habló para los medios de comunicación y reconoció que se encontraba bastante molesto de su problema en el hombro después de haber forzado en el Vicente Calderón. Tanto él como el cuerpo médico decidieron que se infiltrara para poder jugar el encuentro ante el Atlético, pero la jugada no salió conforme a lo esperado. Y es que Ramos jugó un partido bastante discreto y además empeoró de la lesión, por lo que ahora tendrá que trabajar de nuevo duro en el gimnasio de Valdebebas para intentar superarla de forma definitiva.
Sin embargo, no será fácil que lo consiga pronto, ya que según el portal 'Vozpópuli' este martes los doctores de la selección española comprobaron que padece una pequeña rotura en uno de los ligamentos de la articulación de su clavícula izquierda. Es un problema que el club blanco no comunicó hace tres semanas, cuando Ramos se produjo la lesión tras una mala caída en el partido ante el Shakthar. Por entonces el parte médico habló de "luxación acromioclavicular" y se estimó su baja en un par de semanas. Finalmente los plazos se acabaron cumpliendo con unos días de margen, aunque el jugador no estaba totalmente recuperado para estar ante el Atlético.
Así pues, al futbolista le esperan ahora otros 10 o 12 días de rehabilitación en el gimnasio. La recomendación médica es que esté otras dos o tres semanas de baja antes de volver a jugar, aunque el futbolista ya tiene en su mente el partido de Champions en París ante el PSG. El mismo se jugará el 21 de octubre y el deseo de Ramos es estar en él para ayudar a sus compañeros, aunque lo que parece claro es que visto lo ocurrido el pasado fin de semana, esta vez la infiltración no será una opción a contemplar.
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