El hispano-ruso jugó poco más de cinco minutos en el encuentro que su selección ganó a Montenegro. Sin embargo, al acabar el choque se quejó de unas molestias musculares tras recibir un golpe durante el partido. Tal fue el susto inicial que incluso se llegó a temer que el extremo podría padecer una lesión que le tuviera lejos de los terrenos de juego durante varias semanas, aunque todo quedó pendiente de su regreso a Madrid. Así, una vez que pisó la capital de España se sometió a una exploración médica y se comprobó que su problema únicamente consistía en un molesto golpe que, por fortuna, no había dejado mayores secuelas.
En consecuencia, Denis se dejó ver este mismo miércoles en el césped de Valdebebas, aunque entrenó separado de sus compañeros. Su participación en el encuentro del sábado ante el Levante dependerá de cómo evolucione entre hoy y mañana, aunque a priori Benítez tiene esperanzas de poder convocarle para estar al menos en el banquillo. Y es que después de tener claro que no podrá contar en ese encuentro con James, Benzema, Modric o Carvajal la idea de que lo de Denis sólo haya sido un susto suena a música celestial para sus oídos.
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