El conjunto blanco juega en uno de los estadios más complicados de Primera. El Pizjuán se viste de gala cada vez que los de Chamartín juegan en Sevilla, pero el Real Madrid cuenta en sus filas con un Cristiano Ronaldo que se crece en este tipo de encuentros en los que la afición rival le provoca durante los 90 minutos.
El mejor ejemplo de esto fue el curso pasado. Los merengues jugaron en el campo sevillista el pasado mes de mayo, jugándose muchas de sus posibilidades de seguir peleando por el Campeonato Nacional de Liga y el actual Balón de Oró silenció todo un estadio de 42.000 personas con sus tres goles. 2-3 y triunfo para los de Carlo Ancelotti.
Recordado también es aquel póker de goles que hizo Cristiano Ronaldo en la temporada 2010-2011, la primera de José Mourinho en el banquillo. El Real Madrid vapuleó al Sevilla en su propio feudo por un contundente 2-6. El '7' madridista marcó cuatro de esos seis tantos. Además, en el computo global, el luso le ha marcado un total de 21 goles en los 13 partidos ante los nervionenses. Un auténtico seguro de vida.
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