Fue la jugada más polémica de todo el partido. González González no señaló un penalti que pudo suponer el 1-0 para los blancos a los pocos minutos de iniciarse el partido. Este colegiado es el mismo que le anuló un gol al Real Madrid en el partido contra el Málaga que hubiera supuesto la victoria del cuadro merengue. Es el segundo partido que le arbitra a los de Chamartín y la segunda que perjudica, claramente, al equipo de Rafa Benítez.
En el reparto de tarjetas tampoco estuvo muy acertado. En la primera parte los blancos hicieron tan solo cinco faltas, viendo Nacho una tarjeta amarilla anda más arrancar el partido. Mientras, el Sevilla cometió ocho faltas y ningún futbolista hispalense vio la amonestación por esto. Solo Immobile cuando se quitó la camiseta al marcar el tanto que ponía el empate a uno.
En la segunda parte no hubo ninguna jugada polémica, pero González González continuó con el mismo arbitraje casero que hizo en la primera parte. Habría que preguntarle al Cholo Simeone si sigue pensando que la Liga esta peligrosamente preparada para el Real Madrid.
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