Una noticia buena y otra mala para Ramos en la mañana de este martes. La mala es que no podrá 'regatear' el quirófano y más pronto que tarde tendrá que ser intervenido para corregir su lesión en el hombro. Pero la buena es que al menos podrá intentar jugar el Madrid-Barcelona del próximo 21 de noviembre. Como ya adelantábamos hace unas horas, la mejor fecha para realizar la operación parece ser la posterior a la disputa de este encuentro, de forma que el jugador pueda mantener su tratamiento conservador hasta el duelo del Bernabéu y ese día se infiltre de nuevo para jugar.
Lógicamente correrá el riesgo de volver a caer y tener que dejar el campo en mitad del partido como pasó el pasado domingo en el Pizjuán, pero la relevancia del duelo hacen que Ramos quiera correrlo. El sevillano está decidido a no perderse el choque ante el Barcelona y por eso quiere retrasar su operación. Su idea es intervenirse justo dentro de dos semanas para estar de vuelta a principios de enero, siempre y cuando los pronósticos médicos se cumplieran. Al fin y al cabo, el calendario del equipo no será muy complicado en las próximas semanas, por lo que su ausencia tampoco sería demasiado preocupante y él podría tener total tranquilidad para completar su recuperación definitiva.
DEJA TU COMENTARIO