Según informó en la noche del martes la 'Cadena COPE', Sergio Ramos no está hoy peor que lo estaba el domingo pasado antes de jugar en el Ramón Sánchez Pizjuán. El central sufre una luxación en su hombro izquierdo que todavía la sigue generando dolor, especialmente cuando juega al máximo nivel. Por eso tuvo que retirarse el domingo tras caer mal al rematar de chilena para conseguir el primer gol, pero por fortuna el golpe no agravó su problema. En consecuencia, los planes no han cambiado mucho, más allá de que aún tendrá que esperar para averiguar cómo evoluciona su lesión y si la intervención quirúrgica se convierte en inevitable.
La citada información apunta que por ahora la decisión es no operar por tres razones. La primera, porque de pasar por el quirófano estaría casi dos meses de baja, con el perjuicio consiguiente para el equipo. La segunda, porque no está peor ahora que hace unos días, así que el plan puede seguir siendo el de mantener un tratamiento conservador. Y la tercera, porque está bajo el seguimiento del doctor Aramberri, uno de los grandes especialistas en la materia.
Por eso en el club tienen esperanzas de que el problema remita con el tiempo e incluso no sea necesario operar, aunque todo dependerá de las sensaciones que tenga después de 21 de noviembre, cuando se le espera para disputar el 'Clásico' del Santiago Bernabéu. Si tras ese partido Ramos siente que no está mejorando de sus dolores, lo más probable es que tome la decisión de operarse para poder estar de vuelta cuanto antes, a ser posible a principios de enero.
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